jueves, 11 de agosto de 2011

winehouse bye bye


...todos dicen que vaya a REHAB, pero yo digo no, no no. Como olvidar unas palabras dentro de una hermosa melodía. Creo que podría definirme como un fan a mis treinta años, pero no, creo que no es fanatismo lo que me llevó a ella. Recuerdo que hace tres años escuché una buena canción, de esas que te llegan a las entrañas, una canción que decía en pocas palabras que necesito ir a rehabilitación pero yo digo que no, que no y que no y de verdad me gustó tanto que seguí su pista, su grandiosa voz, su inmenso talento, pero también como era mi gran admiración también era mi profunda tristeza cuando veía a mi querida Amy cayendo inconsciente en una de las aceras de Londres tras una noche desenfrenada de alcohol y droga pero había algo ahí que me seducía, era el hecho de que ella llegaba tanto a sus límites y a conocerse que sentía envidia por ello, sentía que muchas veces estamos dispuestos a hacerlo y no tiene que ser con alcohol y drogas, llegar a conocernos en un final oscuro, en un túnel lleno de espejos donde nos vemos tan apartados de la realidad que intentamos huir y no podemos. Hoy precisamente con una buena amiga de mi alma llegabamos a la conclusión que todos tal vez pasamos por ese umbral alguna vez en la vida, unos se detienen a contemplarlo, otros simplemente se dejan seducir por él y se pierden y otros como muchos pasamos de largo preguntándonos o desconociéndolo, pero allí está, el mundo de los excesos. tal vez con su vida comprendí que los seres humanos tenemos muchos límites a los cuales les huimos, muchos demonios que tal vez no queremos tener con nosotros o que están tan adentro que nos llevan a un hospital mental o nos inquietan mientras dormimos en un inconsciente excitado pero siempre están allí, esos espejos en los cuales nos observamos, de pie, consumiendo otras vidas, nuestra propia vida. a ella le debo una gratificación por el alma que dejó en sus canciones y por estar con otros tantos seres que encontraron sus excesos en una vida cargada de muchas cosas simples.

Amy, nunca vayas a rehabilitación...

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