miércoles, 26 de noviembre de 2008

confidencial uno...en un agujero emocional

Parece ser que serán muchos artículos dedicados a lo mismo, a la búsqueda del romance y las relaciones, a poder permanecer en ellas y lo más importante, a cómo superar esas terribles “tusas” o decepciones cuando ese amor ya no está. No me centraré en cierto tipo de relaciones o amoríos típicos de un grupo específico, el amor a veces divaga entre lo racional que en cierto caso puede ser lo convencional como una pareja heterosexual o lo diferente que se instala en amores del mismo sexo. Creo que el amor es el amor y eso lo he podido descubrir en mis últimos años donde se supone que por mis 28 años tenga las armas suficientes para afrontar mejor la tristeza o los rompimientos, pero siento que a veces me pierdo mucho, trataré de ser lo más claro posible y traer a colación muchas historias, pasadas, presentes y las imaginadas futuras, de esas que en las noches vemos en nuestra cabeza detrás de los párpados cuando vamos a dormir.
Por ahora no es que esté muy dado a imaginar cosas buenas en cuanto a lo que el amor respecta, mi último intento de una bonita historia murió tal vez de la misma manera en la que fue creado. Todavía creo y soy un profundo seguidor de la manera tradicional de conocer a alguien, un estilo muy vintage de tener citas y así poder tener una opción y hasta lograr enamorarte como lo hacían nuestros antepasados y que hasta con señales de humo podían cortejarse, a lo que me refiero es que mis últimas visiones sobre el amor han sido desde una perspectiva un tanto elaborada, para muchos la peor forma de conocer a otro que quiera lo mismo: el internet. Cierta noche mientras pasaba mis horas frente a la televisión viendo una que otra historia nociva de amor me entraron las ganas de meterme a una de esas páginas en las que con mucha facilidad puedes hablar con alguien, tan sólo con un clic en la palabra entrar al chat puedes ver cientos y cientos de personajes que buscan lo mismo pero de formas confusas, encontrar a alguien especial, sexo sin compromiso, una buena charla para alivianar el paso del tiempo o como en mi caso, la excusa perfecta para el intento de una relación monógama extendida y en ello soy demasiado claro, no me gusta el sexo por internet ni nada muy pasajero que digamos, lo que pretendo siempre es lo mismo, un algo duradera pero esto es demasiado pedir en un sitio donde se habla de pasivos, activos, de centímetros en el sexo y que muy poco se deja a la imaginación o a la decencia, si eres de los que crees que encontraras tu príncipe azul allí definitivamente estás fuera de foco y hasta puedes ser la burla de los demás, pero aquella noche tuve suerte, un personaje de unos 27 años luego de contestar a todas las preguntas de rigor como dónde vives, que haces, que te gusta hacer en el tiempo libre, que tipo de música escuchas logró captar mi atención, después de muchos días había por fin tenido una buena charla y ese que estaba detrás de la pantalla del computador parecía ser interesante. Se sentía algo extraño, como si en algún punto hubiera una conexión entre nosotros y cada minuto que pasaba lo confirmaba mas y mas, el señor F decidió entonces llamarme al celular y romper el hielo tecnológico que había entre nosotros, la conversación duro algo más de dos horas, hubo muchas risas, confesiones y una invitación especial, la de por fin vernos al día siguiente y saber si aquello podía trascender, él quería que sucediera algo, me lo dejó muy claro, no tuve reparo en captarle la idea y llevar a colación que lo mismo era mi deseo. Pude dormir con una sonrisa en mi cara y cuando me levanté al día siguiente el espejo no podía mentir, no había desaparecido la cara de felicidad que tenía, ya sé que era demasiado prematuro llegar a tener un sentimiento pero cuando el corazón manda es muy complicado detener las emociones. La cita estaba pactada, en la noche tendríamos una cena y luego nos tomaríamos unos tragos. Nunca se me va a olvidar lo que sentí cuando lo vi, la sensación es extraña, ya la fotografía que viste por la ventana del Messenger se hace real y puedes sentirla, tocar su piel, saber a que huele, si sus dientes son bonitos, si te cautiva su sonrisa, en fin, es un momento que se te pega a los recuerdos y es muy difícil borrar, además no es tan necesario hacerlo mientras todo salga bien y no te sientas decepcionado. No me podía imaginar estar más feliz esa noche, sentir que la vida me estaba regalando una buena oportunidad era una pizca de esa felicidad que todos anhelamos, puede que para muchos se vea reflejada en tener un nuevo carro, un buen empleo, una bonita casa, nueva ropa de marca pero para mí era arrancarme el estigma de las relaciones desechables. Tanta química hubo entre nosotros que no queríamos separarnos, entonces me fui a dormir a su casa, pues, a la de sus padres y después de muchos besos y de dormir abrazados mi vida comenzó a cambiar y lo iba a hacer pues el señor F me hizo la pregunta que muchos queremos escuchar: ¿quieres ser mi novio?, a lo cual por supuesto y muy irresponsablemente dije que sí. Era el inicio de una relación prometedora, me hacía sentir tan bien, pero tan bien que dejé que las cosas pasaran con la tranquilidad que da la vida, sin hacer reparos ni detener el curso normal de los acontecimientos porque era simplemente perfecto, solo había un detalle, el señor F era un tanto vanidoso, era la pieza del rompecabezas que no encajaba pero no importaba mucho siempre y cuando esto no rayara con lo ordinario ni lo extremadamente metrosexual, aquellos personajes que están a un metro de ser homosexuales que ya es mucho decir, pero creo que no todos son tan vanidosos, por lo menos no tengo aires de narciso, aquel que se ahogó con la fantástica revelación de su propia imagen. Y como todo no es color de rosa mi última relación soñada se vino abajo por lo mismo, fui el dedo en la llaga para su amor propio y su vanidad, destruí el espejo en donde Narciso pasaba largas horas contemplándose. Cierta noche mientras comíamos en un restaurante de la ciudad hice un comentario que para mí era la broma del día, un chistecito pequeño, la camiseta que traía puesta se parecía mucho a una de equipo de un equipo de fútbol local, esbocé una inocente sonrisa y él no tuvo otra opción que quitarme su mirada, pararse e irse. Mi reacción también fue algo extraña porque en otras ocasiones siempre se me sale el alma demoniaca que llevo dentro y no quedo tranquilo hasta que digo todo lo que necesito que oigan, pero esto simplemente me dejó más que mudo, me llevó al limbo de las respuestas sin contestar. Es posible que tires por la borda algo que puede ser lo más parecido a la felicidad por una prenda de vestir, por tu vanidad o por tu amor propio??, no pude evitar pensar en mi y en las intenciones que tengo para con la vida y las que estas tiene conmigo, sin duda alguna debo aprender algo puesto que no de gratis tienes una decepción tan ilógica en tan poco tiempo. Muchos de mis amigos me dicen que todo está bien, que gracias a Dios se fue y mostró su verdadera personalidad, que imaginara como iban a ser las cosas más adelante, pero en este momento no tengo respuestas, ni palabras ni nada en que pensar, o si, más bien tengo mucho en que pensar, en la capacidad que tengo para enamorarme tan fácil, es que creo que hasta las tontas hermosas de los cuentos de hadas son un poco más difíciles y rogadas de lo que soy yo, por algo la frase de “hágase desear” es tan cierta y ahora pago toda la debilidad que me consume y se lleva tal vez las ilusiones, por eso digo que a esta edad ya debería tener todo muy claro pero a medida que pasa el tiempo se me enreda mas el hilo que conduce a estar feliz y tal vez no sé qué hacer, estoy en el purgatorio, pagando condenas impuestas por mi pobre capacidad de no ver bien las justas señales que traen consigo los hombres al momento de conocerlos, nunca debí aceptar la relación con el señor F, alguien que compromete su corazón de una manera tan fácil no es de fiar pero como creo todavía en las bonitas historias pensé que esta si me iba a pasar a mí, que en cuanto se lo pedí a Dios este con su divina mirada me había dado el toque secreto de pasar una buena temporada en el paraíso pero regrese de nuevo al lugar de los condenados, a la ciudad, a mirar las calles y caminar por ellas con los ojos puestos en las miles de vidas que están ahí, esperándote, vaticinando otro posible encuentro. Ahora siento unas ganas infinitas de tomar mis cosas y salir de acá, conocer otros lugares donde nadie sepa de mí, donde simplemente pueda existir, pero todos tenemos esa vida normal en donde trabajas y tienes una casa y unas obligaciones y entonces si las abandonas es muy difícil que puedas sobrevivir en esta ciudad máquina, la gran madre de las historias de amor. Para que quiero ir a París a enamorarme si acá puedo encontrar algo más que un buen beso francés, cuesta, si, no lo niego, pero si te caes debes ir arriba de nuevo y con tu cabeza erguida, en alto, desafiar a los leones y a los depredadores porque la batalla está en pie, solo que antes debes reparar las heridas de la guerra anterior. Al señor F le deseo ventura a su corazón y que pueda cambiar un poco de tanto amor propio por un amor verdadero hacia los demás. El mío, bueno, ese seguramente se está preguntando lo mismo en otro punto distante o cercano y solo con observar las estrellas podrá entender donde estoy.

3 comentarios:

Monchis dijo...

Hola,

No eres un bicho raro ni nada por el estilo.

Simplemente te precipitaste y no permitiste que las cosas tuvieran su ritmo natural.

Cierto nivel que quìmica, atracciòn y empatía, generalmente son sufucientes para un buen polvo, especialmente si hemos pasado por un largo perìodo de escasez.

Pero de acá a decir que uno ya tiene novio porque pasó una maravillosa nocche.... hay un gran trecho.

Ni tanto que queme al santo, ni tan poco que no lo alumbre.

Finalmente, si como dices, tu idilio simplemente terminó por un comentario inoportuno... no era algo que verdaderamente valiera la pena.

Saludos,

Milo Gasa dijo...

Válgame, ¿y la camiseta se parecía a la del DIM o a la del NAL?, porque ya sabes, esas cosas en esta ciudad pesan mucho... pero más allá de eso, si eso era todo lo que tenía para dar, entonces no había más que esperar, por más química que tuvieran, por más amor que se pudiera gestar allí, si su criterio está montado en una tela, no creo que haya forma de encontrar otra cosa que hilos en su corazón.

De otro lado, y siendo un experto en tipos excesivamente sensibles... hay que conocerlos mucho antes de saber si les puede hacer ese tipo de observaciones.

Un abrazote.

Anónimo dijo...

Eso de enamorarse rapidamente le pasa a muchos, a mi por citar un ejemplo; pero creeme que aprenderas, yo lo hice, con tantos golpes la vida te enseña y entonces comprendes que la felicidad no se encuentra en un cuerpo bien formado, una sonrisa perfecta, un rostro de porcelana, un trabajo, un auto, una posición economica o en el clon de una camiseta de algun club deportivo.

Saludos