martes, 21 de octubre de 2008

dos, el sueño

Siempre me pregunto que habría pasado si no hubiera dicho ciertas palabras o algunos momentos no hubieran ocurrido nunca, cada que esto pasa por la cabeza me gustaría tener el poder de llevar todo hacia atrás para que así las historias no se acabaran, pero resulta que en esta vida todo es diferente, y te caes, te golpeas, te hieren y lo peor es que tardan tiempo todas estas señas para volver a su estado original, no hay tal agua bendita que pueda curar un poco ese instante en el que te sientes culpable por lo dicho o lo hecho y aún así luego de la distancia y ese irreparable adiós tienes que ponerte los pantalones y seguir caminando, con tus risas y tu inmensa emoción hacia lo nuevo y desconocido. Pero qué pasa cuando no quieres conocer más de lo inesperado, cuando te sientes cansado y agotado emocionalmente, cuando piensas que puede ser tarde, que no hay sorpresas y que el mundo se te viene encima en las mañanas porque un sueño anterior en la noche te hizo revivir los momentos que estando despierto no querías ni imaginar, ahí está el personaje, con las mismas hermosas características que te enamoraron, riéndose contigo, tomándote de la mano, es posible entonces que el inconsciente renueve esos sentimientos y continúe la historia a su amaño?? Como escapamos entonces de nosotros mismos si aún cuando no estamos del todo preparados para volver a creer y tener fe vuelven las imágenes de lo que te quebró el alma. El ya vestía ropa blanca, por fin el sueño se encargo de quitarle sus prendas oscuras, ya podía ver un poco de luz en él, su cabello lucía como siempre, con el mismo tono punk que me fascinó al verlo, estaban sus hermosos dientes tras los labios carnosos que tantas veces me arrancaron el alma por la boca, sus manos parecían vírgenes al tacto y sus brazos todavía me querían tener ahí justo en el medio de su pecho, yo estaba feliz, seguro era un poco de felicidad que quedaba pendiente con mi ego y mi deseo, lo que se había perdido, lo que se había llevado, ahí estaba él, a mi lado aún, queriéndome decir bonitas palabras al oído, con su extraño nombre y su encantadora y misteriosa vida, ahí estaba, como uno de los demoniecitos que me esperan en todo este trayecto, al final cuando por fin pude abrir los ojos los únicos sentimiento que tuve en la mañana fueron un reparador y molesto desencanto, algo de rabia y la misma angustia que sentía cuando por fin mis palabras habían construido el final que era inevitable. Lo extraño??, si, extraño tantas cosas que aún me cuesta pensar que esta en este mismo valle en el cual me muevo, que aún puede cruzar sus pasos con los míos en cualquier calle o tras la música de una disco de moda, sé que va a ser un tanto especial este duelo, hay que desgarrar de la piel el olor de la suya que me extasiaba, su silencio, su misterio, su belleza, porque por fin a esta edad descubro y sigo escarbando dentro de mis deseos que soy vulnerable al amor a primera vista, que en definitiva los cuentos de hadas se hicieron para personas como yo, suena ridículo, pero es imposible escuchar una bonita canción de amor y no imaginarme la vida al lado de alguien que tiene los mismos sueños y que puede llegar a creer que entre la realidad y la fantasía hay muy poco, mucho menos que unas letras que empiezan con había una vez y terminan con un y vivieron felices para siempre, puede que en estas historias haya muertos y niños desaparecidos, y asesinos y enfermedades y falta de dinero, pero que todo se hace más fácil si decidimos creer en aceptar de una vez por todas que es mejor estar enamorados. Otro adiós para vos amor todavía en mis sueños, aún hay canciones que están en esta historia, aún faltan muchas cervezas para exorcizarte y muchos cigarros para quitarme el olor de la fantasía que alguna vez tuve con vos. Queda el recuerdo y está adormilado detrás de mis párpados.

1 comentario:

Monchis dijo...

Hola,

Una de las grandes paradojas de la vida es que no hay felicidad completa: ésa está en el cielo, pero nosotros tendemos a idealizar la perfección en cuanto encontramos alguien medianamente compatible.

Con el tiempo entenderás que ese Ángel caído es otro ser humano común y corriente con cualidades y defectos, con el cual desafortunadamente una historia de amor no cuajó.

El ser perfecto sólo vive en tu mente y en tus ganas.... tu ex, es simplemente un hombre de carne y hueso.

Como tú.

Saludos,