sábado, 29 de diciembre de 2007

cuando los años pasan

No se como pasan los años, si solo van y van tras los dias en el calendario o aparecen en nuestra cara en forma de una bonita arruga que no se poque las cuchibarbies se las quitan de la cara.  Lo digo porque hace poco sentí como si las raíces de mi vida se hubieran esfumado o se hubieran marchitado, mi abuelo, aquel hombre fuerte que despues de muchas visicitudes formó la mas fuerte familia se desvaneció en una cama de hospital público y se fué hacia otro rumbo a encontrarse con el amor de su vida, siento que eso me deja un vacío, pero un vacío lleno de posibilidades que a mis 27 años creí no iba a tener para soportarlas, una fuerza interior y otra posibilidad mas de enamorarme de nuevo, todo esto me hace sentir mayor, adulto, con cargas que antes ni siquiera podía imaginar, estoy solo en mi casa con el computador en frente y una cerveza y un cigarrillo a mi lado evitando que piense en esto, que mas bien lo escriba para que no se me olvide, para que yo nunca me olvide de quien soy y de quienes acompañan mi rumbo por esta estrepitosa calle de la ciudad, tal vez porque a diario siento que todos nos perdemos en los años y vamos cambiando, vamos siendo otros, con mas cargas encima, con la poderosa opcion de la palabra y de poder elevarnos un momento del piso y dejar a los que queremos un poco peor, porque ya tenemos un posgrado o nuestra propia empresa o compramos un carro o tenemos el novio mas hermoso del mundo, todos tenemos una cicatriz, la que nos hace fuertes, la que nos recuerda el dolor dle que fuimos victimas, pero mas que ello de los años maravillosos que compartimos juntos, a vos abuelo, gracias por dar la fuerza y el tajante ejemplo que tengo ahora en mi cabeza eso sin duda es el tesoro mas preciado, mas aun que un hombre que entre los ires y los venires se esfuma hacia el viento, pero yo soy aun mas astuto, me como a los hombres como aire.

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