miércoles, 10 de octubre de 2007
mi cuerpo de deseo
alguna vez hemos descubierto por algún motivo el deseo en algún cuerpo aún cuando delante de nosotros tenemos mas y más, cuando se supone, el deseo está envasado en otra masa diferente. Hoy pienso mucho en mi deseo, en que deseo desea mi deseo, en que quiero, en verdad que quiero porque ya la afición por los dientes me produce desconsuelos nunca antes vistos, quisiera ser perfecto en ello, hacer sonrisas exactas, como Dios, eso es lo que quiero, a veces estar tan solo que nadie me hablara pero temo entonces enloquecer o quedarme sordo de tantas súplicas, sé que nadie tiene culpa alguna de mi estado catatónico y de mi histeria que revienta y quiere explotar, nadie es el culpable de lo que siento, de este malestar, de estar sonriendo todos los días en mi trabajo y vender ideas falsas como falsos Dioses para meterle en la barriga a un hombre que poco conozco, a un gordo, sudoroso y rolo hombre que creó una compañía dental y saciar su hambre y tras de muchas horas de trabajo, de gastar mi lengua que debería ser utilizada en otros menesteres a pasar varias horas del día solo para vender muchos millones que en estos momentos no llevo en la maravillosa tabla de acrilico que hay en el cafetín de mi trabajo donde miden nuestra competitividad, que vida es esta??, es la que quiero o la que me toca, o la que otros quieren, o es la que por mi incapacidad de soñar estoy haciendo solo porque no tengo la suficiente valentía de dejar??, solo sé que esto es una vida real, donde me miro al espejo y veo a otro hombre mirando de lejos a aquel que llego hace poco, se lo están llevando y yo como pocas veces puedo hacer nada, estoy parado, mudo, como viviendo una vida desde un sueño y para sumarle a esto estoy dejando de fumar, desde mi alma debe salir el superhéroe que vive adentro para que me ayude a superar toda esta carrera. ES MUSS SEIN......
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3 comentarios:
Creo que ahora has entendido por qué no quiero volver a Medellín... y por qué es tan difícil no sentirse perdido en estos días.
Cami, mi corazón, mucha fuerza con ese nuevo propósito... yo también debería hacerlo, pero paila, no tengo suficiente fuerza de voluntad y el humo me arranca el tedio a punta de volutas que lo deshacen todo.
Muchos abrazos
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