domingo, 4 de marzo de 2007

ciudadmachine

La ciudad comienza atrabajar y su producto nunca podría ser un sustantivo masculino, es por esto que el machine -sustantivo femenino- sale de sus largas piernas, y con el respeto que merece el gremio masculino y todo de lo que el depende la ciudad como la gran madre y la gran mujer, como el sentimiento puro hace movernos a diario por historias y momentos que todos creamos, desde el imaginario, desde esa crazy psique que llevamos adentro de la corteza cerebral donde maquinamos los deseos. Tengo 26 años y no sé cuantos momentos para contar, cuantas historias y cuantos segundos en los que la vida me ha demostrado que es bueno estar vivo, que es bueno contar de una u otra manera lo que te sucede. Un pequeño recuento: ya saben los años vividos, bueno, a pesar de eso muchos podrían decir que soy solo un "sardino" o un "pollo" términos que creo y coincido con muchos no me gustan, solo soy una persona que tiene pocos años pero como ya lo dije historias como muchos otros, la diferencia está en la manera que tienes para contarlas y atreverse a hacerlo, no muchos pueden hacerlo, en este momento me sucede por ejemplo una cosa en particular, no les ha pasado que están haciendo una u otra cosa, lo que sea y comienzan a sentir un olor, un perfume característico de alguien que se los hace recordar??, bueno, me sucede en este preciso instante, es un buen augurio, siempre lo he sabido pero ya no me guio por esas cosas, lo paranormal me tiene sin cuidado. No nos detengamos, gracias a muchas personas he decidido volver a escribir, una de ellas es mi gran amigo, una de las brujas, luego, el lo sabrá en su momento. Sus palabras escritas a través del computador son una inspiración sin lugar a dudas, tiene ese sabor dulce que necesitas para volar mientras lees, siempre estaré agradecido por eso, por las letras, por la música, gracias a esto puedo creer un poco mas en Dios. Las historias vienen, van, transmutan, cambian, se esfuman, son como el eter de los momentos, el humo de la vida, sabes que están ahí y vuelves a recordarlas cuando sientes de nuevo su olor, característico por los sentimientos, por lo vivido, porque desde adentro de tu estómago el cuerpo las reclama. La ciudad machine, la gran mujer, desde este pequeño punto de la tierra, desde Medellín, se cuentan desde las hadas y los príncipes hasta los vagabundos y locos, todos ellos pasan por sus calles, por sus rios, sus puentes, por el internet, por los bares, los parques, se levantan y se acuestan con el mismo deseo, con el profundo deseo de vivir mas historias, de sentir su historia, contada desde la ciudad machine. Que ruede el video.....

2 comentarios:

Milo Gasa dijo...

Bueno tesoro, bienvendio, buen viento y buena mar en esta labor siempre tan liberadora, a veces grata y en pocas ocasiones debidamente reconocida. Falta me venía haciendo encontrar un "rostro" conocido por acá y qué bueno que seás vos. En la próxima actulización de mi blog anadiré tu link y te haré la debida publicidad... aunque te advierto que mis palabras andan como impopulares en los últimos días.

Un abrazote, espero que nos podamos ver pronto.

Memoria de HUMO dijo...

eso lo debi haber escrito yo en mi blog, exceptuando lo de pollo, of course.